Erase una vez un ciego que estaba a un lado del camino. No se atrevía a moverse, pues no conocía el terreno y tenía miedo de tropezar y caer.
Oyó que alguien se acercaba y gritó:
--¿Quien va? ¿Puedes ayudarme a seguir mi camino?
Le contesto una voz que le decía:
--¿Ayudarte? A duras penas puedo arrastrar mi cuerpo. Estoy cojo, llevo varias horas de viaje y no puedo ya ni con mis muletas.
Contesto el ciego:
--Sube a mis espaldas, yo soy ciego, pero estoy muy fuerte. Tú seras mis ojos y yo seré tus piernas.
Y así ambos llegaron a su destino..
REFLEXIÓN: Con la colaboración y el trabajo en grupo podemos llegar muy lejos, es decir ayudarnos unos a otros porque todos tenemos un granito de arena para aportar y seguir adelante en situaciones difíciles.
me parece una gran una historia
ResponderEliminaratt jr solo barca